Estaba cacharreando por el blog de una amiga digital (Anabel) y de repente me encontré con su nueva entrada, estupenda, deliciosa, maravillosa. No tengo palabras para describir lo que he sentido al volver a escuchar ésta canción. ¡¡Ésto si que es una canción de verano!! y es que, ¿quién no tenía un tractor amarillo en el verano de 1991? Espero que con ésta entrada no os haya torturado más de lo tolerable pero es que, en el fondo yo también soy un hombre de campo.
1 comentario:
Jajaja yo, como dije en el blog de Anabel, más que otra cosa le tengo cariño a la canción. No es que me gusta, la verdad, pero como mi hermano chico estaba siempre cantando el dichoso tractor pues al final me hace rememorar buenos momentos. Recuerdo que hasta le tuvieron que comprar un tractor de juguete, de estos que son réplicas exactas de los de verdad. En fin, me hace gracia que una cosa que pone los pelos de punta a unos, nos haga felices a otros.
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