Uno de estos animales a los que no le importa quedar en ridículo o hacerse la víctima en pos de la tan ansiada reproducción, es el macho de la especie de arácnido “Pisaura mirabilis”.
Para conseguir que las hembras de su especie se apareen con él, el macho de esta especie utiliza una curiosa artimaña: se coloca un insecto en la boca a modo de cebo e incluso a veces se hace el muerto, de manera que la hembra se acerca confiada y sin la menor preocupación ni remordimiento de conciencia por arrebatarle el suculento bocado. Tan pronto como la hembra se dispone a coger el alimento, el macho revive como Ave Fénix y se abalanza sobre ella adoptando la posición de copulación. Vamos, que no pierde ni un segundo.
El macho de "Pisaura mirabilis", a la izquierda de la imagen, ofrece sobre sus quelíceros un suculento insecto a la hembra, el regalo que le costará la virginidad.Investigadores Daneses han descubierto que adoptando estas curiosas estrategias, el macho de ésta araña incrementa en un 60% las probabilidades de reproducirse con éxito, ahí es nada.
Una vez que la hembra captura con sus quelíceros el "regalo" del macho, éste se pone rápidamente por debajo de ella e introduce a través de sus pedipalpos el líquido seminal en la hembra.En fin, al margen de todo esto, las arañas, aunque parezca mentira por su cercanía con los seres humanos, se encuentran entre los animales más desconocidos e ignorados del reino animal, algo a lo que ha contribuido la repulsiva imagen que muestran muchas de ellas. Aún con ésta repulsiva imagen, no nos confundamos, ya que las arañas, en su inmensa mayoría, son animales inofensivos para el ser humano y que buscan, muchos de ellos, nuestra cercanía y nuestros residuos, refugiándose en nuestros hogares o en nuestros jardines.
Es una verdadera pena que por la simple imagen de éstos arácnidos (de los 70000 arácnidos conocidos 40000 son arañas) sigamos sin conocer a uno de los inquilinos más antiguos de nuestro barrio, ya que las arañas se encuentran entre los primeros animales que colonizaron la tierra firme hace ya más de 400 millones de años.
Un saludo.









