El alcornoque, "Quercus suber", es un árbol calcífugo, al que le gustan los suelos acidófilos, con un pH menor de 6,5 de acuerdo con la escala Wilde. "Quercus suber" también es un arbol de mediana talla que raramente supera los 15 metros de alto, aunque a veces puede superar los 25 metros de altura acompañada de una envergadura descomunal como demuestra el "sobreiro", nombre galaico portugués del alcornoque, que se encontraba hasta hace apenas 10 años en el pueblecito Portugués de Herdade da Torre, al oeste del país y que poseía más de 12 metros de circunferencia. El crecimiento de ésta especie es relativamente rápido, alcanzado en 12 años de tres a seis metros de altura.
El tronco del alcornoque es un tronco robusto que se ramifica a los 4 o 6 metros de altura en varios brazos o ramas principales siendo la copa del árbol redondeada y bastante densa, aunque mucho más clara que la de su prima, la encina, "Quercus rotundifolia". Sus hojas son persistentes y coriáceas, de borde dentado y parecidas a las de la encina, de las que se diferencian sobre todo por sus nervios marcados, formando 45º grados entre ellos, además sus hojas son abarquilladas, calléndose o renovándose más o menos cada uno o dos años por lo que a veces el alcornoque parece un árbol caducifólio.
Las flores masculinas aparecen en inflorescencias colgantes llamadas amentos, mientras que las femeninas están congregadas en pequeños grupos, glomérulos, y ambas se desarrollan a través de un amplio margen de tiempo que abarca toda la primavera, por lo que luego, los frutos maduran desde finales de verano hasta mediados de invierno. Sus bellotas , marrones y gruesas, alcanzando algunas variedades los cinco centímetros de longitud, presentan una "cúpula" muy característica y ciertamente bastante embrutecida que recubre parcialmente el fruto, el cual es de tipo glande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario