EL ALBATROS, UN AVE DE MAR

Es curioso, no se si os habréis dado cuenta que la foto del artículo anterior corresponde a un albatros, el ave con mayor envergadura del mundo (actualmente claro). Años atrás, el albatros era considerado por los hombres de mar británicos un pájaro sobrenatural, creían que estos pájaros encarnaban las almas de los marinos muertos en el mar, al igual que creían que más de medio planeta les correspondía por simple gratitud divina, en fin, por lo menos ésta superstición que acompañaba al albatros lo protegía de ser deliberadamente atrapado por los marinos de la época.


Años más tarde el pico y las palmas de las patas fueron usados ocasionalmente para confeccionar souvenirs “salobres”, tales como mangos para bastones o bolsas para guardar tabaco, raramente se consumía su carne ya que poseía un sabor a hígado aceitoso, vamos, lo mismo que si te comes una tarrina de betún para limpiar los zapatos. La captura indiscriminada a la que fue sometido el albatros en años posteriores se debió al simple pasatiempo de los marinos, no estuvo fomentada por unos fines claramente económicos o mercantilistas.
Los albatros eran cazados con un gancho con forma de diamante donde se afianzaba un trozo de carne salada de cerdo, todo ello amarrado a una línea o cuerda, que en su conjunto ondeaba cuan bandera detrás del barco. El símbolo de la ex Cofradía Internacional de los Capitanes del Cabo de Hornos, una cofradía que fue creada en 1936 con el fin de promover y estrechar los lazos de camaradería que sentían todos los capitanes, oficiales, marineros y pasajeros que habían navegado a través del Cabo de Hornos en veleros que efectuaban el comercio entre los puertos de Europa y los del Pacífico, bueno, pues como estábamos diciendo, el símbolo que representaba a ésta cofradía ilustra el gancho en forma de diamante en el que el albatros quedaba prendado cuando mordía la carnada, el gancho se alojaba en la curvatura o ángulo del pico anterior de tal modo que no era capaz de soltarse y manteniendo la línea tensa, el pájaro podía ser controlado y llevado en volandas hasta la cubierta. Más tarde, una vez que estaba en la cubierta del barco, al albatros le era muy difícil despegar, por sus enormes alas, algo parecido a lo que les pasa a los vencejos, de modo que les resultaba prácticamente imposible escapar de los marinos por su própio pié.


Después de toda ésta parrafada solo os diré que el albatros y las 14 especies de éste, poseen unas largas y finas alas que pueden superar los tres metros de envergadura, lo que les permite planear sobre la superficie del mar de forma totalmente virtuosa y extremadamente elegante, pero que les supone un problema a la hora de aterrizar y es que, nunca se puede tener todo.
La alimentación de estas aves se basa principalmente en el consumo de calamares. Los atrapan por cientos durante la noche en la superficie del mar y son capaces también, de perseguir a los barcos mercantes para acerse cargo de cuanto desperdicio se filtre por su borda, lo que supuso para muchos de ellos el pasaporte de caronte.

El albatros se extiende a lo largo de la corriente oceánica fría, a través de la costa occidental de Sudamérica, África, Australia y Nueva Zelanda, permaneciendo en el mar durante todo el año, excepto cuando arriban en tierra para poder tener sus crías y criarlas, una por pareja y año, no más ni menos, y eso si hay suerte.
Para poner un ejemplo de esta gran autonomía de vuelo que poseen los albatros, os voy a decir que hace unos años se le puso a un albatros macho un radio marcador con el que se pudo cuantificar la friolera de 50.000 kilómetros recorridos en 200 días, a una media de 250 kilómetros volados al día, casi nada vamos.