La apicultura o el cultivo de abejas es la actividad agropecuaria más antigua y más ampliamente distribuida por el mundo que se conoce. Dicha actividad está orientada a la crianza y cuidado de las abejas del género “Apis” con el fin de obtener los productos elaborados o recolectados por éste himenóptero, de gran importancia gastronómica para el ser humano.
Aunque el principal producto que obtiene el hombre de esta actividad es el famoso y polivalente edulcorante conocido como miel, resultado de la actividad de pecoreo que realizan las abejas en su periplo polinizador, son innumerables los productos que se pueden obtener del infatigable trabajo de estos carismáticos himenópteros. Prueba de ello es la cera, que hasta no hace más de un siglo fue masivamente utilizada para la fabricación de velas y candiles o para la impermeabilización de maderas de todo tipo, de cuerdas, cueros o telas, sin hablar, claro está de la recolección del polen o la jalea real asociada al descubrimiento de nuevas técnicas de conservación y manipulación de las colmenas.
En el tercer par de patas de las abejas se encuentra un peculiar mecanismo para recolectar polen y transportarlo hasta la colmena. Para ello, la tibia de éste par de patas está muy ensanchada y posé una depresión denominada corbícula, rodeada a su vez de fuertes pelos quitinosos y curvos, que ayudan a sostener la carga de polen que transportan las abejas hasta la colmena.
Hay pruebas fehacientes, como las pinturas rupestres del mesolítico que se pueden encontrar en la Cueva de la Araña, en Bicorp, datadas en más de 7.000 u 8.000 años de antigüedad que dan fe de lo ancestral de ésta actividad. Es entonces, en el Mesolítico, cuando el hombre comienza a recolectar la miel de colmenas silvestres para más tarde en el Neolítico, aprender a controlar y manipular a las abejas y sus enjambres. Tanto Egipcios, griegos y romanos se beneficiaron de los productos que esta actividad les reportaba. Tanto es así que los griegos que fundan Efeso en el año 1100-1000 a. C. (en la actual Turquía), veneraron la apicultura a través de su Diosa Artemisa y que a su vez era representada en las monedas de la época como una abeja......
Mañana más..
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