EL CELO DE NUESTRAS MONTESES

Las “Cytisus scoparius” ceden ante la nieve y entre las peñas resuenan ecos de violentas luchas entre los machos de nuestra cabra montés que durante Diciembre y Enero se encuentran en el momento álgido de su celo.

La cabra hispánica que junto con el lince ibérico y nuestro apreciado venado son los mamíferos insignia de nuestra península ibérica se encuentra en un tiempo de bonanza, se estiman más de 50.000 los ejemplares distribuidos en unos treinta núcleos, entre los que destacan Sierra Nevada, Gredos o la Sierra de Ronda.
En esta época del año, los machos de la cabra hispánica se encuentran agresivos y altivos amén de desprender un insoportable “hedor” por sus glándulas odoríferas que impurifica el aire hasta límites insospechables. Los “cabrones” se desviven en interminables envestidas impulsándose sobre sus cuartos traseros y, quien tenga la testera más dura será quien pueda regocijarse más tarde, paseando entre su promiscuo arén con el rabo bien alto. Al margen de estas confrontaciones y en otras épocas del año, machos y hembras estarán separados en rebaños distintos esperando la llegada del próximo celo, efímero y frío como el anterior.


Las hembras serán cubridas por primera vez sobre los dos años y medio y parirán entre Abril y Agosto, después de 155 días de gestación.

Un saludo