A fecha de 16 de Agosto de 1918 el Rey Alfonso XII, prendado por la belleza de estas montañas y con un especial interés por la conservación de la cabra montés de los pirineos, el bucardo, declaró a las montañas de Ordesa Parque Nacional. Transcurridos muchos años de este acontecimiento, concrétamente el 13 de Juliuo de 1982 el Parque Nacional de Ordesa era ampliado en más de 13.000 hectáreas (inicialmente contaba con apenas 2.066), alcanzando de esta manera las 15.608 que posee en la actualidad. Así, sus límites se extienden desde el valle del río Arazas, más conocido por el sobrenombre de el Cañón de Ordesa, hasta el macizo montañoso de Monte Perdido. Entre ambos límites se aglutina un complejo compendio de valles, bosques, y silencio. Pero vallamos por partes, ya que son muchas las palabras que se pueden escribir sobre este Parque y el exceso de información puede acojonar a nuestras neuronas.
El pueblo de Torla es la puerta de Ordesa. Su precioso casco antiguo de raíces medievales guarda joyas de la arquitectura tradicional altoaragonesa, como el casón de los Viu, palacio del siglo XIV que décadas atrás regentó esta importante familia local.
La alta montaña de este fabuloso Parque está dominada por unos pastizales alpinos que guardan un rico elenco botánico. Se calcula que el el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido acoge a más de 1500 especies botánicas, pero solo unas pocas de estas 1500 especies se atreven a sobrepasar el dominio de las rocas, el hielo y la nieve.
Es aquí, en el piso subalpino y alpino superior, a partir de los 2000 metros de altitud, donde encontramos una gran variedad de endemismos pirenaicos. Canchales y farallones calizos constituyen un medio difícil donde sólo algunas saxífracas rompe piedras y especies boreoalpinas de los géneros Prímula, Androsace, Ranunculus, Soldanella, Silene, Dryas o Iris se atreven a vivir.
Lirios de montaña (Iris latifolia) sobre los pastizales de OrdesaComo decíamos, los pastizales alpinos de este Parque Nacional son un vergel para la borderea de los pirineos (Borderea pyrenaica), la Veronica aragonensis, la corona de rey (Saxifraga longifolia), la endémica madreselva pirenaica (Lonicera pyrenaica) o la oreja de oso (Ramonda myconi) endemismo este último también y cuyo nombre hace referencia al botánico francés y eterno amante de la montaña pirenaica Ramond de Carbonnières.
Pero Ordesa no solo es flora, también es fauna, glaciares y neveros, aguas bravas..................
2 comentarios:
Curioso Aaron, que escribas acerca de esto. En unas semanas posiblemente nos vayamos allí a pasar unos días, concretamente a Torla. Ya estuve hace año y medio, e intentamos subir al Perdido, pero no pudimos. Hast Goriz y basta.
Pero sirvió para disfrutar como un enano de los paisajes de la región, que son impresionantes, de película. Y Torla es una maravilla de pueblo.
Un abrazo compañero leonés.
Que tal Juanqui, pues si te atreves a acercarte hasta Torla en esta época del año y la nieve te lo permite, ya nos contarás como te ha ido. Es un pueblo precioso.
Pta: Ya veo que el puente de valladolid te ha jugado una mala pasada..jejeje
Un saludo
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