Con esta frase podría resumirse la excursión que Jorge, Edu y quien escribe hicimos el día de noche buena por las montañas bercianas. Disfrutamos, es cierto, pero pasamos un frío de mil demonios mientras avanzábamos con la nieve por las rodillas rozando un cielo encapotado que nos cubrió de nieve las orejas. Con hielo en el gorro y las cejas haciendo las veces de canalones anti escarcha llegamos a una cima que casi no alcanzamos a ver, entre la niebla y el viento no se nos permitió si no estar dos minutos en el punto donde el Bierzo toca el cielo a 2.117 metros de altura.
En la cima, Edu se afanaba en intentar dejar inscritos nuestros nombres
Todavía eran las ocho de la mañana cuando aparcamos el coche en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, un pueblo precioso a 1000 metros de altura que atesora el lujo de poseer uno de los nombres más largos de España. Bueno, desde este extraordinario enclave eminentemente agroganadero y no minero como los pueblos de comarcas cercanas, nos adentramos por la margen derecha del río Boeza en la sierra de Gistredo, cuyo punto más elevado será nuestra meta, siempre escoltado eso sí, por el pico de Arcos de Agua que con 2.058 metros de altura intenta hacer sombra a nuestro Catoute.......
3 comentarios:
muchisima sgracias por el comentario de cANCUN, me ha servido de mucho, en serio mil gracias. un beso!
De momento toma cuerpo la entrada...espero con cierta ansiedad la segunda parte...y por qué no una tercera si se tercia.
Nos vemos entrenando..jeje
Ciao
Conozco la zona y es un lugar precioso apartado de todo, aunque reconozco que solo he subido en verano :-). Por cierto por si te interesa sobre el pueblo de Colinas hay una entrada en mi blog http://cosinasdeleon.blogspot.com/2009/07/leyenda-e-historia-de-colinas-de-campo.html
Un saludo.
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