martes, 9 de febrero de 2016

Es el mismo sentimiento

No es un sentimiento nuevo, ni mucho menos, pero no por ello se convierte en positivo. Es un sentimiento incómodo, pesado como una losa que muchas veces me hace perder la noción de la otra realidad, esa en la que las personas son felices con pequeños momentos de quietud, disfrutan del día a día sin pensar continuamente en que deberían haber hecho esto o aquello, sin pensar en que no han hecho lo suficiente.
La quietud siempre me ha producido miedo, no se si absurdo o no, pero miedo al fin y al cabo. Desde niño he sido inquieto como una musaraña e incómodo como un grano en el culo. No obstante la mayor incomodidad siempre me la he producido a mí mismo al pensar en que no me he esforzado lo suficiente, o que debería hacer más cosas de las que hago.

Algunos dicen que es inconformismo pero yo creo que es un problema. Cuando era niño pensaba en ser mayor, cuando estudiaba pensaba en trabajar y ahora que trabajo me quita el sueño esa sensación de quietud, de estancamiento que desde niño me ha producido vértigo. Me da miedo asomarme al tiempo perdido, a que en él se refleje el fracaso, mi fracaso. 
Me cuesta disfrutar de cada momento porque para cada momento ya he planeado su final. No logro relajarme al final del día porque nunca logro realizar todos los planes que había pensado en su comienzo.
Y de nuevo la quietud, de nuevo el tiempo perdido, de nuevo el mismo sueño y la misma sensación de estancamiento.

Y como dije al principio, esta sensación no es nueva, es la misma sensación, son las mismas palabras, es el mismo texto que aparece en mi diario hace ahora siete años. 
Es el mismo sentimiento, pero no por ello se convierte en positivo....

2 comentarios:

Unknown dijo...

El futuro es un lugar muy lejano y para llegar a él hay que atravesar el incierto presente, es difícil luchar contra la incertidumbre pero es más llevadero y agradable si se intenta disfrutar de los pequeños detalles y obviar los malos momentos,se tu mismo Aaron, disfruta de la vida y no te marques metas inalcanzables ni objetivos frustrantes, vales mucho y aún no lo has descubierto el día que lo hagas disfrutaras mucho de ti mismo y de tus circunstancias, Un abrazo compañero.

Anónimo dijo...

Te entiendo, vaya que si te entiendo.

No puedo sentirme más reflejado en tus palabras en este momento, mirar hacia atrás y ver los errores cometidos; El tiempo perdido, el estancamiento, el miedo al fracaso, los errores cometidos... maldito el día en el que crecimos y nos dimos cuenta de que podíamos haberlo hecho mejor, maldito el día en el que nos dimos cuenta que una vida sin metas era lo mejor que nos podía pasar, maldito el día en el que vimos que queríamos superarnos y no defraudar a nadie, maldito el día el que no nos conformamos con vivir como la inmensa mayoría, maldito el día en el que quisimos vivir con inquietudes, perseguir lo que nos gusta, intentar mejorarnos a nosotros mismos y a los que están a nuestro lado, maldito el día en el que nos dimos cuenta que no queríamos estar en el mismo lugar haciendo las mismas cosas y cometiendo los mismo errores unos tras otros.
Maldito el día que me día que me di cuenta de todo esto, PORQUE NO ME DARÍA CUENTA ANTES...

La quietud no es para ti Aaron, la inquietud es quien te hace ser, la que te ha hecho llegar donde estas y la que te hará llegar un día, espero que muy lejano, a mirar hacia atrás y decir: ¡Que bien lo he hecho, coño!

No has perdido el tiempo, y mucho menos has fracasado.

Espero verte en unos años y que siga esa inquietud carajo.
Un beso, tu primo.

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