
Varanus komodiensis, más conocido como "dragón de Komodo" puede alcanzar los 4 metros de longitud y pesar más de 160 Kg de peso. Los pobladores de las islas donde habitan estos lagartos los temen debido a su poderosa mordedura y es que el mordisco de estos saurios es venenoso y sus dientes portan tan cantidad de bacterias que la infección está asegurada. Si tras la mordedura no acudes rápidamente a un centro de salud, algo inprovable en estos lugares, puedes morir en pocas horas.

Dicho todo ésto, los dragones de Komodo no son tan fieros como les pintan, ya que si se han producido ataques y víctimas en los últimos años se debe al acoso que están sufriendo estos reptiles en sus propias islas. La deforestación y la caza indiscriminada esta dejando sin cobijo y alimento a los últimos dragones. Por todo ésto los nativos, para palear la amenaza de los reptiles les ofrecían cabras pero grupos de "ecologistas" extranjeros presionaron hasta prohibir este sacrificio. Entonces los dragones empezaron a buscar cualquier otra presa para paliar su hambre, incluido a los humanos.
Los dragones siempre fueron seres malignos para los países europeos y benefactores a la vez que protectores para los asiáticos, de forma muy especial para los chinos, de ahí que este año 2012 sea el año del dragón. Los verdaderos dragones, por los que nacen las historias medievales desaparecen olvidados por nuestras autoridades mientras que los dragones económicos los relegan al olvido y la leyenda. Que sirvan estas líneas para recordar que los dragones sí existen, al emnos por ahora.
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